
Hojas de olivo: la base de nuestros productos
¿Sabía que el poder curativo de las hojas de olivo es mucho mayor que el del aceite o las aceitunas?
El olivo es una de las plantas cultivadas más antiguas y conocidas del mundo y se valora sobre todo por su fruto, las aceitunas. Sin embargo, no sólo los frutos del olivo y el aceite son de gran valor, sino también las hojas. Las hojas del olivo tienen una larga historia como planta medicinal y se han utilizado en la medicina popular de diversas culturas durante siglos. En este artículo veremos más de cerca la historia de las hojas de olivo y su uso en medicina, especialmente en Mallorca.
La fascinante historia del olivo
El olivo (Olea europaea) cuenta con una larga historia en diferentes épocas y culturas. Originario del Mediterráneo oriental y Oriente Próximo, fue símbolo de paz, sabiduría y prosperidad en la Antigüedad.
Las propiedades curativas de las hojas de olivo, especialmente a través del principio activo oleuropeína, ya se conocían entonces y siguen siendo importantes hoy en día. El uso del olivo y sus productos se extiende desde la Antigüedad, pasando por la Edad Media y el Renacimiento, hasta el mundo moderno, donde también desempeña un importante papel en la agricultura.

El olivo: un viaje a través del tiempo, las épocas y las culturas
El olivo (Olea europaea) es un árbol milenario cuyos orígenes se remontan a la región del Mediterráneo oriental y Oriente Próximo. La importancia simbólica y económica del olivo y sus frutos abarca distintas épocas y culturas, mientras que sus propiedades curativas, especialmente de las hojas de olivo, desempeñan un papel especial.
En la antigüedad, el olivo era símbolo de paz, sabiduría y prosperidad en muchas culturas. Entre los antiguos egipcios, el olivo era signo de inmortalidad y se utilizaba para embalsamar a los faraones. Los antiguos griegos también tenían en gran estima al olivo, sobre todo en relación con Atenea, la diosa de la sabiduría. En la mitología griega, el olivo se considera un regalo de la diosa Atenea a la ciudad de Atenas. El olivo también era un símbolo importante en el Imperio Romano. Incluso se estableció por ley que los propietarios de olivares podían beneficiarse de desgravaciones fiscales.
Las propiedades curativas de las hojas de olivo se descubrieron muy pronto y se utilizaron en la medicina tradicional de diversas culturas. Las hojas de olivo contienen oleuropeína, un polifenol que tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas e inmunomoduladoras. Las propiedades medicinales de las hojas de olivo ya se conocían en el antiguo Egipto y se utilizaban para tratar heridas e infecciones. En la antigua Grecia, las hojas de olivo se utilizaban contra la fiebre, los dolores articulares y las enfermedades de la piel, mientras que en el Imperio Romano el extracto de hoja de olivo se empleaba como remedio contra la malaria.
A lo largo de la Edad Media y el Renacimiento, el uso del olivo y su fruto continuó en distintas culturas. Los árabes utilizaban el aceite de oliva como remedio para los problemas de la piel y como tónico general. En la Europa medieval, el aceite de oliva se utilizaba para conservar alimentos y como combustible para las lámparas. Durante esta época, el olivo se extendió a otras partes de Europa debido a las rutas comerciales y las expansiones.
En tiempos modernos , el olivo también cobró importancia en América cuando los españoles y portugueses llevaron olivos al Nuevo Mundo. Hoy en día, el olivo desempeña un papel importante en la agricultura moderna y puede encontrarse en muchas partes del mundo.

Las hojas de olivo en medicina
Las hojas de olivo contienen diversos compuestos bioactivos, como la oleuropeína, el hidroxitirosol y el oleocanthal, que les confieren sus propiedades curativas. Estos compuestos tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas y antivirales que las convierten en un remedio natural versátil.
Entre los efectos positivos de la oleuropeína destacan sus propiedades antiinflamatorias y sus efectos antivirales y antifúngicos. Tiene un efecto calmante y desintoxicante, refuerza el sistema inmunitario, puede ayudar a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol y estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
Al favorecer el flujo sanguíneo, la oleuropeína también previene la arteriosclerosis.
Productos que contienen hojas de olivo
