El espino blanco es un árbol mágico que ha desempeñado un papel importante en muchas culturas durante siglos. Sus flores, hojas y bayas se utilizan por sus propiedades curativas y reconstituyentes y también son ingredientes de algunos elixires Heritx. En este artículo nos adentraremos en la historia y las propiedades del espino blanco.

El espino siempre ha desempeñado un papel importante en la historia, la mitología y muchas leyendas. Entre los celtas, era uno de los tres árboles sagrados, junto con el roble y el fresno, que albergaban duendes y hadas. En Irlanda, aún hoy se cree que no se debe tocar un espino que esté solo, pues se teme la venganza de las hadas. Sin embargo, se dice que quien tiene un espino en su tierra tiene asegurada la buena suerte y la prosperidad.
El espino también se descubrió en medicina hace miles de años en China y fue reconocido por los indios de Norteamérica como una panacea para la promoción de la salud en general. Hubo que esperar hasta el siglo XIV para que los autores de los distintos libros de fitoterapia describieran el efecto curativo del espino sobre el corazón, la circulación y los nervios. Durante la vida de Paracelso (1493-1541), el vino con espino era un remedio muy conocido para las afecciones cardíacas. Hubo que esperar hasta finales del siglo XIX para que se estudiaran científicamente los efectos positivos del espino sobre el corazón y la circulación.